En ocasiones,
dentro del mundo jurídico serio y gris en el que nos movemos se dan situaciones
que si no te hacen reír por lo menos te hacen aflorar una sonrisa cuando lo
lees o lo recuerdas, como aquel día que, encontrándonos en fechas navideñas,
estaba de guardia en el Servicio de Orientación Jurídica de Menores y mi
compañera y yo oímos un gran alboroto que provenía de la planta en donde se
encuentran las salas de vistas: carreras, golpes y gritos.
Bajamos las dos
plantas que nos separaban bastante asustadas, pero cuando llegamos allí nos
encontramos un espectáculo dantesco: un menor había cogido un extintor y
cantando “Navidad, Navidad dulce Navidad”, lo accionó y disparó a toda persona
que pasaba por allí, jueces, fiscales, funcionarios, ciudadanos… Todos blancos,
y las mesas, las sillas, la moqueta… Yo no sabía que podía salir tanta cantidad
de espuma de un extintor. Ahora lo sé.
Pero las mejores
anécdotas nos las dan algunos jueces con sus resoluciones, y hoy quiero recordar
un Auto dictado por el Juez Javier Perez Minaya en el Juzgado nº 4 de Huelva,
por el que absolvía al Rey Mago Baltasar de un delito de lesiones.
Todo comenzó
cuando en una cabalgata de Reyes Magos de 2010 un caramelo alcanzó a una señora
que se encontraba presenciando la misma y le produjo lesiones en un ojo. La
Señora presentó denuncia contra el Rey Mago Baltasar.
Pues bien el Juez
decretó el archivo por cuanto consideraba que la participación en la cabalgata
suponía aceptar ciertos riesgos, por lo que los hechos no tendrían relevancia
penal, y en todo caso debería acudir a la vía Contenciosa-Adminsitrativa para
solicitar responsabilidades al Ayuntamiento, pero nunca por vía penal.
Añadía además que
existía una posible cauda de abstención para juzgar al rey Baltasar puesto que “Sin
poder ciertamente afirmar que existe una amistad con el denunciado, reconoce
que éste en concurso con los Reyes Melchor y Gaspar, le han venido ofreciendo
anhelados presente cada 6 de enero desde que tiene uso de razón.”, si bien no
estima recusar ya que tal vez la persona denunciada no sea en realidad el
propio Rey Mago. Por otra parte anunciaba una posible falta de jurisdicción y
competencia e incluso se podría dar el caso de inmunidad de jurisdicción.
Así vemos que,
dentro de la seriedad que debe existir en Justicia, no viene mal que de vez en
cuando, nos saquen una sonrisa.