Marta Brox Huguet, Abogada.

CONTACTAR CONMIGO

ENVÍAME UN CORREO: martabroxhuguet@icam.es

LLÁMAME: 91 859 50 96

jueves, 25 de junio de 2015

El trapo rojo que no señaló una viga

        Nos encontramos en fechas de realizar viajes y de movernos no sólo con la familia entera, sino también con todas las cosas que cada uno de sus componentes desea transportar hasta el lugar elegido para pasar el veraneo. Y por supuesto nadie quiere renunciar a ninguna de sus preciadas posesiones.

        De este modo a quien le toca la maravillosa tarea de cargar el coche con todas las maletas, bolsas, bultos, bicicletas y cajas correspondientes, hace verdaderas obras de arquitectura moderna para que quede todo bien fijado y sin problemas de derrumbe por el camino.

        Finalmente, después de tres intentos de distribución, diecisiete cuerdas y un pulpo, por fin todo queda fijado correctamente, ha entrado todo en el coche, ya no hay problema.... o eso creemos. Debemos tener en cuenta que el Reglamento de Tráfico establece cuáles deben ser las dimensiones de la carga en los distintos vehículos, y si incumplimos esa normativa tendremos que pagar una multa.

        Ya no vale lo de señalizar con un trapo rojo la carga del vehículo que sobresalía, como antaño se realizada, ahora es necesario cumplir con lo estipulado en el Reglamento en relación con las cargas y las medidas de los vehículos.

        Esto me recuerda una historia que le gustaba contar a mi padre y que aplicaba a muchos aspectos de su vida:

       La cuestión a debatir en el acto del juicio se refería a una colisión entre dos vehículos, uno de ellos un tractor que llevaba una viga que sobresalía por la parte trasera del vehículo, y el otro un coche de un vecino. No sé si conocíais las carreteras de La Mancha de los años setenta, pero para que os hagáis una idea eran rectas, inmensamente largas, se juntan con el horizonte, y normalmente de dos carriles y direcciones.

       Pues bien, por una de estas carreteras circulaba el coche cuando el conductor, según su propio testimonio, visualizó desde lejos el tractor, y llegando a su altura de repente colisionó con la carga del tractor que no era visible desde ninguno de los puntos de la carretera. El conductor del tractor por su parte simplemente narraba que llegó el coche y se empotró contra la viga.

        El Juez preguntó al conductor del coche si había algún tipo de distintivo en la viga, cuestión que éste negó. Preguntado al conductor del tractor si había señalizado debidamente la carga, si señalizada se había caído el distintivo, o si no lo había hecho, el hombre preguntó:

-¿Señalizar la carga?

- Claro -Contestó el Juez- ¿Usted colocó algo para que se viera la viga? Por ejemplo un trapo rojo.

        A lo que contestó muy indignado:

- ¡Cómo que eso iba a arreglar algo! ¡Este no ve un tractor con una viga y va a ver un trapo!

        Y con esta anécdota os recomiendo a los que salís de viaje cuidado con la carretera, y cuidado con la carga.


No hay comentarios:

Publicar un comentario